Elizabeth Grimaldo inició el año con un hermoso anillo y una pedida de mano de ensueño. El pasado 3 de enero compartió su felicidad en redes sociales. Sí, mil veces, sí me caso con mi príncipe 2020 agárrate que vienen los Ortigosa Grimaldo.
Pero, como nadie conoce el futuro, tampoco imaginó que dos meses después, viviríamos encerrados por la pandemia del Covid-19, y le ha tocado como a otras parejas del Chollywood, postergar esa fecha especial, porque en estos momentos, lo más importante es estar sanos y juntos en familia. La boda esperará para cuando se pueda, mencionó.
En Miami en cuarentena
Mientras llega ese día, la cantante panameña está en Miami junto a su prometido, tratando de dar lo mejor de ella, pues esta crisis mundial, le afecta bastante, y no solo porque su carrera está en pausa, sino también por todas aquellas personas que están en una situación desfavorable.
Mire: La música, uno de los sectores más generosos en la crisis del coronavirus
Mi carrera como la de muchos está parada, no hay mucho que hacer y es bastante triste. Lo único que tenemos a la mano son las redes sociales que por ahora nos tienen bastante entretenidos a todos. Mucha gente haciendo sus conciertos online, que el mío vendrá pronto... la verdad es una situación muy triste y muy difícil que en lo personal me afecta mucho, me pone muy triste pensar en todas las personas que tienen que llevar el pan a su casa y por esta situación se están complicando. Muy emocionada, Elizabeth comentó que hace algunos días escribió una canción junto a su madre, para llevar un mensaje de esperanza. La musica es el lenguaje que nos une a todos y mi manera más profunda y vulnerable de expresarme, dijo.
Gracias a Dios, ella y su prometido están bien, en Estados Unidos (uno de los países con mayor número de casos).
Lea también: Nuestra edición impresa
Mi prometido y yo estamos bastante tranquilos, la verdad no nos estresamos para nada si la boda no se puede dar este año, ojalá que sí, pero sino pues esperaremos cuando sea prudente ; lo importante es mantenernos a salvo, sanos, más que nada para nuestros padres, abuelos y nosotros mismos, destacó.